Por Carlos Salazar
En noviembre del 2015 un dique de una minera se rompió en el estado de Minas Gerais, liberando 55 millones de metros cúbicos de lodo y desechos de mineral de hierro. El barro desplazado arrasó un pueblo próximo causando la muerte de 12 personas y la desaparición de otras 12.
El mayor daño que realizó el barro fue a el ecosistema como en los ríos cuando este se sedimento y llegó al fondo sofocando algas, crustáceos e insectos. Esto también sin tomar en cuenta los posibles desechos tóxicos que el barro arrastraba.
El pueblo de Bento Rodrigues sigue sepultado por el lodo y el agua contaminada sigue ahí. El pueblo quedó en ruinas y ya nadie vive allí.
El desastre también tuvo efectos colaterales como el problema de abastecimiento de agua a unas 280000 personas. Otra preocupación es que cuando el barro se seque los residuos mineros que este traía como el hierro y el sílice se solidifiquen.
La justicia brasileña impuso que la minera responsable debe evitar que el lodo alcance el mar o deberá pagar una multa de 2.7 millones de dólares por cada día de incumplimiento. La minera ya tomó acción al instalar barreras flotantes como las que se usan en los derrames de petróleo. Además, la minera recibió una multa de 67 millones de dólares. Esto causo disconformidad en la población porque creen que el gobierno debería de ser más estricto en el cuidado del medioambiente y ser más exigente con las penas que impone.
Fuentes:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151120_brasil_desastre_ambiental_minero_rio_doce_gl
http://elpais.com/elpais/2016/11/05/album/1478367687_233844.html#1478367687_233844_1478367967