Por María Fernanda Figueroa Estrada
"Un pueblo sin el conocimiento de su historia pasada, el origen y la cultura es como un árbol sin raíces."
Siguiendo este pensamiento del jamaiquino Marcus Garvey, el trío brasileño Baru se presentó el sábado 05 de noviembre de 2016 en el Conservatorio Nacional de Música "Germán Alcántara", en la ciudad de Guatemala. Como parte de la celebración de sus diez años de existencia, el grupo integrado por Bosco Oliveira, Nelson Latif y Rafael dos Santos dio una charla musicalizada sobre la historia de la música en Brasil, y cómo la cultura se ve influenciada por todos los sucesos políticos y sociales que ocurren dentro y fuera del país. Esta charla forma parte del proyecto Alma Brasileira, que el trío ha llevado a muchos países alrededor del mundo con el fin de dar a conocer la historia, música y sociedad brasileña. (Conoce más sobre el proyecto aquí) El evento fue promovido por la embajada de Brasil, la Secretaría de Cultura, el Fondo de Apoyo a la Cultura y el Gobierno de Brasilia, que han organizado varias actividades de intercambio cultural entre Guatemala y Brasil.
Indudablemente, la historia y las expresiones culturales de un país van de la mano. Los acontecimientos provocan en la población el deseo de expresarse, generalmente a través del arte. El arte hace que el pensamiento y actuación de los seres humanos evolucione, y así es como se escribe la historia. Brasil no es la excepción. Toda forma de expresión se ve influenciada por la política, las guerras, la esclavitud, la búsqueda de la democracia y la paz, el desarrollo del ser humano y los grupos que conviven en el territorio. Y esta charla buscaba contar la historia de este gigante sudamericano, integrándola con los ritmos y expresiones musicales que surgieron en cada época, comenzando con los últimos años del siglo XIX y finalizando con la Dictadura Militar (de la que puedes aprender más en la pestaña Historia Reciente de Brasil).
Brasil tiene influencias europeas, africanas e indígenas muy marcadas. Es un país diverso y muy homogéneo, ya que los habitantes son muy abiertos con personas de diferentes nacionalidades, que se mezclan uniformemente y forman una combinación perfecta. A través de la historia se han adoptado costumbres, tradiciones, creencias, gastronomía, dialectos, vestimentas, música y ritmos de diversas culturas, pero siempre se brasilizan, es decir, se les da un toque único y distintivo de Brasil. Y si queremos conocer su historia sin ir a los libros, basta con escuchar su música y en ella entenderemos los pensamientos de su gente y los problemas que enfrentaban.
Iniciamos el viaje en el siglo XIX, cuando aún habían esclavos africanos. Aunque fue la más grande población esclava en el mundo, y San Salvador fue el mayor puerto de esclavos, la esclavitud en Brasil no fue tan severa como en otros países y le permitió a los africanos seguir practicando su religión y algunas de sus costumbres. Siempre utilizaban tambores y muchos otros instrumentos de percusión en sus celebraciones, así que los nativos los adoptaron en su música. Allí, en San Salvador de Bahía, en las plantaciones donde trabajaban los esclavos, nacieron los ritmos que darían origen a la samba.
En 1807 la capital se trasladó a Río de Janeiro y los reyes portugueses se mudaron a Brasil, huyendo de la invasión napoleónica. Con esto se intensificó la influencia europea en los estilos de vida de la población. En música se ve reflejado con la introducción de las guitarras, tan utilizadas en Portugal y España, que con el tiempo se convertirían en el instrumento más representativo de los brasileños y más usado en sus diversos géneros musicales. La abolición de la esclavitud llegó y las danzas ceremoniales en círculo que se hacían en Bahía fueron evolucionando hasta convertirse en samba. Los músicos, compositores y bailarines se reunían en casas como las de la africana Tía Ciata, que ahora son consideradas la cuna de la cultura afro-brasileña. Algunos de los personajes que se reunían en esta casa son: Donga, João da Baiana y Pixinguinha.
Este último fue el primero en brasilizar un ritmo extranjero: el Jazz. A pesar de los pensamientos de supremacía blanca, Pixinguinha, que era afrodescendiente, se fue de gira a Europa con su banda. Allí escuchó el jazz por primera vez y lo llevó a Brasil, donde con otros músicos lo desarrollarían con su toque nacionalista. Él inventó el "choro", un género musical alegre e improvisado que se volvió muy popular. También se siguió escribiendo samba. La mayoría de compositores de samba venían de una clase social baja, así que las letras reflejaban la realidad social y política de Brasil. Fue entonces cuando surgieron las primeras escuelas de samba, que no eran academias como las que podríamos imaginar, sino grupos de amigos que se reunían, componían música, ensayaban y se preparaban para participar en el Carnaval de Río. Pero las autoridades prohibieron la samba, ya que pensaban que los compositores eran maleantes. Así que las personas que se reunían en la casa de Tía Ciata comenzaron a "disfrazar" sus reuniones para practicar samba como reuniones religiosas.
Sin embargo, las prohibiciones y las ideas racistas llegaron pronto a su fin para dar paso al verdadero Brasil, al Brasil cultural y diverso que hoy conocemos. Este cambio ocurrió con la llegada de Getúlio Vargas al poder. (Aprende más sobre él aquí) Este dictador que luego fue electo democráticamente por el pueblo buscaba unificar a Brasil e integrar a todas las culturas que convivieran en el territorio. Y lo logró a través de la música. Autorizó la samba, y con ello aceptaba los orígenes indígenas, los ritmos africanos y las influencias europeas, todo en uno. También legalizó las escuelas de samba, que eran clandestinas, y permitió que participaran en el Carnaval de Río con una carroza que transmitiera una parte de la historia de Brasil. La samba llegó incluso a Alemania, a través de programas radiales transmitidos directamente desde Brasil. Y al ser aceptada por la clase social media cambió su temática a exaltar las bellezas y riquezas del territorio.
Hemos llegado a 1939 y Getúlio Vargas ha firmado tratados que fortalecieron las relaciones con Estados Unidos. Y la primera en llevar un poco de Brasil a Norteamérica y en hacer la samba mundialmente famosa fue la actriz Carmen Miranda. Mientras tanto, en Brasil nacía otra estrella y una que no era famosa internacionalmente, sino que representaba el sentir de los propios brasileños, especialmente del Norte del país. Durante esta época las sequías y la injusticia social azotaron esta región, por lo que muchas personas decidieron migrar a São Paulo y otras grandes ciudades del sur. Y fue Luiz Gonzaga quien reflejó su dolor a través de un nuevo género, nunca antes visto pero rápidamente adoptado por todos los brasileños: el baião.
Lamentablemente tanto Getúlio Vargas como Carmen Miranda fallecieron en 1954 y 1955, respectivamente. Así que, para atraer los ojos del mundo entero a Brasil, la gente comenzó a promocionar el Carnaval de Río, que cada vez se volvió más famoso y atrajo más turistas de todos los continentes hasta convertirse en lo que conocemos hoy. (¿Sabes cuánto falta para el Carnaval de Río?)
Entre el fin de la década de los 50's y los primeros años de los 60's, Brasil llamó la atención del mundo entero. Además del éxito del Carnaval, los equipos de fútbol destacaban. Todo era progreso y desarrollo, gracias a la visión futurista del presidente Juscelino Kubitschek. (Aprende más aquí) Y para esta época dorada también existió un género musical: la Bossa Nova. Derivada de la samba, pero mucho más suave y tranquila, la Bossa Nova tuvo una gran influencia del Jazz estadounidense. Sin embargo, la mayoría de brasileños prefiere que tenga la menor cantidad de características del jazz y que tenga más características brasileñas propias. Este era un género nuevo, llamativo, que representaba el crecimiento por el que pasaba el país. Muchos grupos adoptaron este género y lo llevaron a Estados Unidos, donde se volvió tan famoso que incluso fue tocado en la Casa Blanca.
Lamentablemente, este fue el último género que los brasileños pudieron disfrutar antes de la época más oscura que vivirían jamás. Esta época es la de la dictadura militar. Los artistas cambiaron sus temáticas alegres por demandas contra la violación de los derechos humanos. Los militares buscaban que la población creyera que la dictadura era buena y no podían permitir que una canción les hiciera ver la verdad. Por tal motivo hubo una gran censura y represión, que llevó a los artistas al exilio. Desde fuera de sus fronteras ellos denunciaron los abusos contra la población indefensa. Si quieres saber qué ocurrió a partir de esta triste y violenta época, visita la sección de Historia Reciente de Brasil.
Es así como la historia de este gran país del sur se cuenta sola a través de la música. Si quieres saber más, puedes ver el documental de BBC Mundo en inglés sobre la música y la historia de Brasil en la sección de Videos.
Fotografía por: María Fernanda Figueroa Estrada